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jueves, 22 de febrero de 2007

Carnaval de Oruro, ¡el mayor espectáculo del mundo!

La preparación

Llegamos a Oruro con un par de días de antelación a los que iban a ser los dos grandes del carnaval (sabado 18 y domingo 19 de feb) con el fin de no tener problemas para encontrar alojamiento.

Nada más bajarnos del autobús, frente a la misma estación nos pusimos manos a la obra de conseguir un lugar decente para dormir, y desde el principio nos dimos cuenta de que la tarea no iba a ser precisamente fácil.

El primer lugar en el que preguntamos, un hotelucho de dos estrellas nos dejó helados cuando nos dijo que reservar una habitación salía por 270 dolare$$$ (o lo que es lo mismo, más de 2100 bolivianos) por las 3 noches del fin de semana carnavalero .

Todavía con el susto metido en el cuerpo seguimos preguntando por lugares cercanos a la estación (no queríamos ni imaginarnos como podían estar los precios por el centro) hasta que encontramos un lugar bastante decente que cobraba la "módica" cantidad de 20 dolares por persona y noche ( es decir 120 la habitación por los tres días que tampoco está nada mal) y que de todos los que vimos era el que mejor espina nos dió (había cada zucucho inmundo que no os podeis ni imaginar.

Ya solucionado el tema del techo en el que cobijarnos fuimos a arreglar el otro asunto importante para que el carnaval fuera perfecto: los asientos en el recorrido para poder disfrutarlo de la mejor manera posible.

Conseguimos unos bastante decentes por 80 bolivianos (8 euros), aunque si algún día vais para allá os recomiendo que os ahorreis ese dinero, pues a la hora de la verdad cada uno se sienta donde puede y algunas personas (como por ejemplo Vivu) lo hacen directamente más allá de las vayas en el mismísimo recorrido por donde van los bailarines. Además paradojicamente, los lugares donde los precios eran más altos (hasta 50 dolares pedían) como en la plaza mayor eran de los peores pues los participantes apenas tenían espacio para moverse.

Y tras todo esto dedicamos la tarde del Jueves y el día entero del viernes a básicamente no hacer nada y descansar para la que se nos venía encima.

El Carnaval



Vivir el carnaval en Oruro resultó una experiencia absolutamente única e increible. Declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO, por el recorrido que discurre desde un poco más allá de la terminal de buses hasta la iglesia donde se encuentra la Virgen del Socavón, danzan cada día más de 30.000 bailarines para el regocijo de más de 600.000 espectadores (según leímos en un diario local al día siguiente), en un espectaculo de un colorido y espectacularidad sin igual:

Además tuvimos la suerte de disfrutar de este fantástico acontecimiento junto a amigos bolivianos los dos días que nos explicaban todos los detalles de lo que estabamos viendo lo cual fue una experiencia impagable.

El sabado lo vivimos junto a Juan, un teniente del ejercito boliviano y su familia, con los que compartimos un montón de risas y alguna que otra cerveza y que nos dejó un poco preocupados ya que nos dijó que realmente la posibilidad de una guerra civil en Bolivia en un futuro no muy lejano no era ni mucho menos descabellada.

Con Juan, en las gradas del carnaval.

Y el domingo lo pasamos junto a la familia de Efrain e Hilda, los dos bolivianos con los que habíamos hecho la excursión al salar de Uyuni y a los que no podemos más que agradecer su impagable hospitalidad (no sólo a ellos sino a toda su familia que nos hizo sentir realmente como en casa)

Como un Orureño más.

Volviendo al carnaval, nos llamó la atención lo presentes que estaban los colores de Bolivia durante todo el desfile, en un derroche de nacionalismo, que hacía difícil de creer que realmente el país pudiera estar al borde de una crisis tan seria:


Sin olvidar por supuesto la bandera Whipala, simbolo de la unidad de los pueblos indígenas desde Ecuador hasta el norte de Argentina, que tanta fuerza esta tomando en Bolivia tras el advenimiento de Evo Morales como presidente del pais.

Afortunadamente, durante todo el tiempo que duró el evento la lluvia nos respetó, especialmente el Sabado que lució un sol radiante durante todo el día, lo cual puede parecer contradictorio a la vista de las siguientes fotografías:

Y es que toda esa cantidad de impermeables y paraguas iba destinada a protegerse de la mejor manera posible de la lluvia de globos de agua y de la cantidad inconmensurable de espuma en spray que le caía a uno cada vez que se producia un mínimo descanso en el danzar de las diferentes comparsas ... Y es que a 1 boliviano (10 cents de euro) la bolsa de 10 globos de agua, os podeis imaginar la cantidad de bombas de agua que lanzamos:

Como ya contabamos antes, el acceso al recorrido donde estaban los bailarines no estaba controlado en absoluto (de hecho Vivu se pasó todo el sábado sin moverse demasiado del lugar donde más arriba la podeis ver sacando una foto, lo que además le dejó como regalo una terrible ampolla en el labio que para más inri se infectó, así que hasta día de hoy sigue curandoselo), razón por la cual era bastante fácil salir a bailar con los mismos y tomar fotografías tan divertidas como estas:

De entre todos los grupos que se pueden ver carnavaleando, lo más característico del carnaval de Oruro, y quizás lo más espectacular, es La Diablada, con sus máscaras imposibles:


Y uno de los lugares más populares, donde se puede apreciar el carnaval sin necesidad de pagar nada (eso si, sin gradas tb) es el santuario de la Virgen del Socavon. Como el carnaval no es una época para mostrar virgenes ni iglesias, sino para todo lo contrario, aquí dejamos unas fotos para que veais el impresionante ambiente que se vivia en los alrededores del templo:

Y como tampoco hay nada más que contar, aparte de admirar la pericia de los carteristas bolivianos (y de cagarme en la madre que par ... a al menos uno de ellos), que se dieron maña para robarme la cartera que llevaba en uno de los bolsillos de alante de mis vaqueros (nada importante: unos 40 euros al cambio y mi DNI que para el caso estaba apunto de caducar), aquí os dejamos otras cuantas fotos que por una u otra razón nos parecen dignas de aparecer en este humilde blog:

Eso si, alguien seguramente sabio un día dijo que "una imagen vale más que mil palabras". Seguramente si hubiera conocido la tecnología actual habría añadido: "y un video más que mil imágenes", y como seguramente 10 videos valgan bastante más que uno sólo, aquí os dejamos precisamente esa cantidad para que sintais un poquito más cerca lo que significa la irrepetible experiencia que supone estar en el carnaval de Oruro:





















Cochabamba

Como nos sobraban un par de días antes de la fecha en la que queríamos estar en Oruro para disfrutar de su carnaval, decidimos ir a la ciudad de Cochabamba, visita a la que yo estaba bastante reticente, pues en esta ciudad (junto a la de Santa Cruz) era en la que había habido problemas bastante serios que incluían disturbios bastante serios entre simpatizantes de Evo Morales (para algún despistado que pueda haber, el actual presidente de Bolivia, indígena y con planteamientos muy de izquierdas y muy Chaviztas) y los de la oposición que no ve con buenos ojos ni mucho menos las políticas del mismo.

Se había especulado incluso con el riesgo de una guerra civil por lo enfrentados que parecían los planteamientos y todos estos motivos eran los que a mi no me daban muy buena espina. No obstante, una vez dentro del país todo el mundo nos hablaba de que la situación estaba mucho más relajada y además las catastróficas inundaciones que se sucedían hacían que al menos en apariencia el país pareciese bastante cohesionado en la desgracia.

Todo esto es para decir que finalemente nos animamos a visitar la ciudad de Cochabamba, una ciudad de un tamaño bastante considerable, unos 500.000 habitantes, y donde por primera vez desde que llegamos al país percibimos lo extremadamente pobres que son algunas personas en Bolivia.

Por poner un ejemplo, en la plaza principal de la ciudad dormían familias enteras buscando refugio de la incesante lluvia que nos acompañó la mayor parte de nuestra estancia en la ciudad.

También nos ocurrió, que no habiendo prácticamente terminado de comer en un restaurante, un mendigo se nos acercó y nos pidió si le podiamos dar los huesos de las chuletas que acababamos de disfrutar, yendose tan feliz comiendose la poca carne que habíamos dejado en los mismos.

En contraste con todo esto, la parte Norte de la ciudad (de la que conservamos las pocas fotos que se salvaron) era lo más parecido a una capital europea, llena de edificios modernísimos, areas residenciales plagadas de mansiones, centros comerciales y un complejo de cines increibles donde acabamos viendo un par de películas ante la impotencia de no poder hacer nada mejor debido a la persistente lluvia.

Entre los principales atractivos turísticos de cochabamba, esta el que cuenta, según la placa que hay en su base, con la imagen de Cristo más grande del mundo; el "Cristo de la Concordia"(http://es.wikipedia.org/wiki/Cristo_de_la_Concordia), al cual afortunadamente se sube en un teleférico que ayuda a salvar los más de mil escalones que significarían hacerlo a pie y desde el que se pueden disfrutar unas vistas de la ciudad magníficas:



Por supuesto que la ciudad está plagada de edificios coloniales y magníficas iglesias (la catedral es impresionante). Desafortunadamente la única de la que conservamos la foto es de la siguiente, de la que no recordamos ni el nombre, así que sólo por eso le concedemos el honor de aparecer en nuestro humilde blog:



Y otra de las cosas que merece la pena visitar en la ciudad es la Casa-Museo "Palacio Portales" construida por el que en su día, gracias a las riquezas del Cerro Rico de Potosí del cual poseía una gran parte, llegó a ser uno de los hombres más ricos del mundo: Simón Patiño. La mansión es un derroche de dinero construida de los materiales más lujosos traidos de todas partes del mundo y que actualemente es la sede boliviana de la fundación Simón Patiño dedicada al parecer a ayudar a los más desfavorecidos del país.

Imprescindible también es la visita al gigantesco mercado de la cancha, que ocupa innumerables calles y donde se puede conseguir absolutamente de todo. No hay fotos por la razón anteriormente citada y que por no aburrir no vamos a repetir.

Y sin más, totalmente mentalizados para la ocasión nos pusimos rumbo a Oruro y su carnaval, que lo que nos habían comentado era cierto iba a ser una experiencia increible ya que era el mejor que se podía disfrutar en Bolivia y uno de los mejores del mundo ...

Sucre "La Linda"

En Sucre nos encontramos la que personalmente considero la ciudad más bella (con permiso quizás de la argentina Salta), de todas las que hemos tenido la suerte de visitar en este ya mes y medio largo que llevamos de viaje por la inefable sudamerica.

Sucre tiene el honor, pese a que mucha gente cree que es La Paz, de ser la capital de Bolivia (si bien el congreso y las decisiones de Estado se toman desde La Paz), y esto es así desde que en el 1800 y pico, se proclamo la independencia de Bolivia en la conocida como Casa de la libertad, que luego para suerte o desgracia de sus pueblos se extendió por toda américa latina hasta la completa expulsión de los españoles.



Vivu frente a La Casa de la Libertad

Lamentablemente el clima no nos acompañó demasiado en nuestros primeros días por la capital boliviana, aunque en el fondo podemos considerarnos afortunados, ya que en las provincias de Cochabamba (limitrofe con Sucre) y Santa Cruz (al noreste del país) las terribles precipitaciones causaron incuantificables destrozos y decenas dejando a miles de personas incomunicadas y causando brotes de enfermedades como el dengué.

De hecho, el mal tiempo no nos impidió disfrutar de la agradabilísima experiencia que es pasear por las calles de la ciudad de Sucre, donde magníficos edificios de la época colonial aun mantienen todo su esplendor como la Catedral, la Prefactura, el teatro xxx o la Corte Suprema de Justicia que en ese orden podeís observar más abajo:

Y de hecho estar en Sucre, como por otro lado me había ocurrido ya en Potosí, me recordaba muchísimo a estar en España, con sus casas de paredes blancas y techos de tejas naranjas, así que el caminar por sus calles me hacía sentir un poco melancólico a la par que contento:

Y por supuesto, como no podía ser de otra forma, una de las calles principales que salían de la plaza tenía el nombre de mi querido país, si bien esta vez, justo en la esquina contraria de dicha plaza el nombre de la calle era el de Argentina así que las dos fueron imortalizadas como se merecían:

Una de las tardes que pasamos allí fuimos a visitar el Museo Textil Etnográfico, donde se podían admirar tejidos de la época prehispánica y colonial y en el que se coordinaban esfuerzos por recuperar técnicas de tejido de tradición milenaria que tras la llegada de los colonizadores habían prácticamente desaparecido. También tuvimos la suerte de poder ver en persona a dos tejedoras hacer un paño para el que, según nos comentaron, empleaban meses para poder terminarlo con técnicas preincicaicas:

En la ciudad nos topamos con gentes y cosas muy diversas: algunas se burlaron de nostros ...

... Otras despertaron nuestra compasión ...

... Y otras simplemente nos parecieron curiosas:



Uno de los días, mientras yo me quedaba durmiedo en el hotel, Vivu se fue a conocer un pueblo que se llamaba Tarabuco, donde al parecer había un mercado de artesanías muy interesante. Si algún día ella se anima, aquí ira un relato de como le fue en el viaje con alguna que otra foto del mismo que yo ahora mismo no subo pq no las tengo a mano.

Afortunadamente, la tarde del penultimo día, y la mañana del último que pasamos en Sucre el sol hizo acto de presencia lo que nos permitió disfrutar aún más de de la ciudad. Lo aprovechamos para visitar el Cementerio General, un muy grande y cuidado camposanto donde descansaban entre otras miles los restos de personas ilustres de la ciudad y donde como vereís en las fotos de abajo, había algunas tumbas curiosísimas:

Además también descubrimos que Sucre tiene su propia Torre Effiel, si bien esta es bastante más fácil de ascender que la de la capital francesa:

Y el último día lo empleamos en conocer dos magníficas iglesias (además de la Catedral) que había en la ciudad y que respondían al nombre de La Merced y San Felipe Neri, en la que increiblemente me agarró un fervor religioso tal que no pude reprimirme a ser fotogrfiado en los lugares siguientes:

En el púlpito de la iglesia de La Meced

En uno de los confesionarios de San Felipe Neri

Además en ambas visitas, nos dejaron subirnos al techo de las iglesias, desde las que había unas vistas de la ciudad que quitaban el hipo y lo más sorprendente de todo, en la de La Merced nos dejaron que tocaramos las campanas de la misma:


Vista de Sucre desde La Merced

San Felipe Neri visto desde el techo de La Merced

Vista de San Felipe Neri desde su propio campanario.

Y tras estas interesantes visitas nos fuimos camino de la terminal de autobuses para tomar el vehículo que nos iba a llevar a nuestra próxima parada en el viaje: Cochabamba.